Esa delgada, plateada y costosa navaja suiza amenazaba con irrumpir en la piel del cuello de Adrian. Rafael la empuñaba con tal pasión que lo llevaba casi a un orgasmo emocional y le decía que por fin el camino para estar con Gustavo iba a estar dispuesto para el.
viernes, 5 de octubre de 2007
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1 comentario:
Ya sabes, estás a punto de ser descolgada...
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